La escalera como elemento contenedor
- lahabitacionpurpura
- 10 feb 2016
- 1 Min. de lectura
La escalera, asociada normalmente como pieza que comunica dos espacios distintos puede convertirse en un elemento al cual podemos sacar mucho más provecho.
En este primer ejemplo, se aprovechan tanto los peldaños como la zona que correspondería a la barandilla para organizar una estantería, los huecos de la cual son del mismo tamaño que la medida del peldaño de la escalera.
Con este diseño conseguimos una elegante, práctica y cálida escalera donde seguro nos pararemos a observar todo aquello que contenga.
En este caso, la escalera se convierte en un rompecabezas de piezas de distintos tamaños para guardar objetos. A diferencia del anterior ejemplo, el almacenaje está pensado para organizar y ocultar a la vez objetos que quizás no usamos demasiado a menudo.
En este último ejemplo, una vez más la escalera se convierte en estantería, pero en este ocasión, se ha aprovechado para organizar una zona de trabajo, añadiendo un escritorio.
Tres buenos ejemplos de como espacios que en principio consideraríamos como residuales,
pueden convertirse en lugares atractivos y útiles.
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